Cuando la ciudad se le vuelve humo de colilla va soplando bajito y ese humo metarfosea en viento zonda, en humo de caldero conjurando, de cultura árida que camina brotando la llanura. Se le engauchesca la cara entrando a la oficina. Se le resigna la pena cuando se vive rioplatense.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario