Monólogo III

Creía en todo ese día y fue tan insoportable darme cuenta de lo hereje que había sido todo ese tiempo, no lo aguanté.
-No sabía que era creyente...
-Hablo de traicionar al pasto, las piernas de una mujer, mi oreja izquierda o la fruta madura.
-Comprendo y no lo comparto.
-Usted nunca compartió nada, por eso terminó como terminó.
-¡Jamás terminé! Vaya a cantarle a esas mujeres del espectáculo, hágame el favor...
-Yo le canto a todo después de ese día, ojalá hubiese sido como Whitman.
-Ah, un estúpido.
-Un valiente.
-¡Dególlese con una hoja de afeitar y conozca el valor! Somníferos...por favor.
 -Es un método demasiado rápido, creo que usted fue y es un cobarde que se viste de valiente, Salgari.
-Y usted está muriendo lenta y anónimamente, Pavese.

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