Confío en los días de catástrofe,
Donde el suelo se vuelve filo y
Hay que caminar muy derecho,
Con un paso sólido, ceméntico,
Rotundo;
Para no rebanarse de una resbalada
Los pies.

No hay oportunidad para bibicletear
Y, de todas maneras, no sé andar en bicicleta
Pero se manipular, y eso es una bicicleteada mental
Y perversa, rotundamente perversa.

Me levantan de a poco con sus modos de pala
Soy tierra mojada lista para ser tomada y lanzada
Un par de metros al cielo,
Un par de metros lejos.
Me dispongo repartida en granulitos
A lo que la inercia,
Las leyes de la física
Quieran.

Es entonces cuando veo,
Muy de lejos
(la imagen parece diluida),
Que atravesé el día catástrofe
Con las plantas de mis pies
 completamente sanas.


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