Fotografía

Marisol Estevez ama su trabajo. La eligieron hace un par de meses porque la foto en su Currículum Vitae era la más simpática. De hecho es encantadora; Marisol es un pedazo de algodón, una caja de crayones, unas botas para lluvia con colores chillones, una sonrisa con dientes burguesamente cuidados.
Los colores de la sala se iluminan cuando entra, es decir, ella los ve radiantes. Acelerada, parece; Enérgica, radioactiva, alunada, ¡una cosmovisión elevada! Hay nenes desparramados en la alfombra, Marisol Estevez se infla y suspira ante ese rompecabezas bobo que ella se encarga de armar e inventar, y limpiar su pañal y decirle que 'NO NO NO, eso no se toca', y arroparlo, y formarlo, educarlo. Marisol es una maestra que construye un vientre materno de cuatro parede.
Uno de los niños estornuda, se llena de mocos jóvenes la cara. Ay mi chiquito, vení que te limpio. Se apura con una agilidad y encanto que dejan a las hadas madrinas como viejas bastardas y borrachas. Todavía enérgica, le limpia la nariz en el baño. El nene contento, sale, entra a la sala. Ella se queda un momento adelante del espejo. Es linda, tiene cara de publicidad de obra social: el pelo sano, la piel suave, los ojos grandes. Los ojos demasido grandes. Se mira más de cerca... Oh por dios ¡ella también tiene la nariz manchada! Manchada de polvo blanco.

3 comentarios:

  1. jajajaja que genial que es. es muy sensuale cuando decis "bobo".

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