NOA

No soltar el espasmo es la caída del tejido en el cielo.

Se despeja la conciencia, pero llueve finito;
por allá parece que abre pero vuelve a cerrar,
porque siempre ¡llueve finito!

La contradicción de la purga y el desquite
entre la cerámica y mi lluvia finita.
(el olor a coca, el color del barro)



y es que me-encantaría-llenarme de
esta tierra y que después me llueva
finito.

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